sábado, 1 de septiembre de 2018

BIONEUROCOACHING: CÁNCER







CÁNCER:

Definición: Enfermedad provocada por el crecimiento aparentemente incontrolado de un grupo de células que se multiplican de manera autónoma, invadiendo localmente y a distancia otros tejidos.

Según el doctor Hamer, el cáncer está originado por el SDH (Síndrome de DirckHamer) que representa un impacto emocional recibido en soledad o aislamiento psicológico unos meses antes de la aparición del cáncer. La localización del tumor dependerá del acontecimiento y de su vivencia (la interpretación emocional). El cáncer será por lo tanto una respuesta biológica a un conflicto no cerrado.

Conflicto: Todos los cánceres tienen un conflicto de identidad en el que no somos quien desearíamos ser. Debemos preguntarnos ¿Qué es aquello que no queremos ver morir? (la vejez, el trabajo, una relación, un pensamiento...). Los enfermos de cáncer suelen ser personas que mantienen algún tipo de resentimiento de larga duración o problemas emocionales pendientes con el pasado, creyendo que se trata de algo inocuo, normal o, simplemente, que es imposible cambiar la forma de verlo, pensarlo o sentirlo. Y evidentemente, se sienten profundamente heridos por todo eso.

Un cáncer suele tener varios conflictos programantes y un desencadenante. 
Es importante ir desgranando el “complot” de conflictos, pero existe una urgencia, y en eso es importante un cambio RADICAL en las actitudes, las decisiones, los pensamientos, sentimientos, comportamientos, reacciones que hemos llevado hasta ahora. 
Como bien dice Enric Corbera: “Debemos darle a nuestra vida la vuelta como un calcetín”. Una actitud muy importante a tener en cuenta es la siguiente: Debemos reconocer que de niño sufrimos y debemos darnos permiso para rechazar a uno de nuestros progenitores o a los dos. Las heridas vividas en soledad crean la gran mayoría de los problemas. Debemos perdonar, pero sin olvidar que la dificultad más grande de la persona con cáncer es perdonarse a sí mismas por haber albergado esos pensamientos de odio o esas ideas de venganza. Debemos perdonar al niño que vive en nosotros, que vivió en silencio y sintió rabia y rencor sin tener quien lo apoyara, quien lo entendiera. Y debemos dejar de pensar que el hecho de rechazar a otra persona significa ser "malo". No es maldad, es ser humano. Si para curarme yo debo (por ejemplo) ir al norte, pero la gente que me quiere no desea ir al norte, entonces yo deberé tomar una decisión: O me quedo con la gente que me quiere, o voy a curarme. Al final, todo gira en el mismo epicentro, darse cuenta de que es correcto ser quien somos.

Aunque no hayamos tenido la ocasión de darnos cuenta del “para qué” somos quien somos, el mundo gira siguiendo un sentido y nosotros formamos parte de ese sentido.

Aceptémonos pues como nos aceptábamos cuando éramos pequeños: sabiendo de nuestra perfección. Y si dudamos, dediquémonos a partir de ahora a reconocernos, a demostrarnos a nosotros mismos nuestra grandeza. Yo he proyectado mi realidad en los que me rodean, y ellos me la devuelven a modo de espejo comportándose como yo creo que me merezco. Si quiero romper con todo y renovar “mi realidad” debo alejarme de esas inercias repetitivas, inconscientes y que me han producido dolor.


Fuente: http://bioneurocoaching.org



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