Cuentan que el diablo
una vez se enamoró
y ya no supo que hacer
con ese vacío en el estómago.
Cuentan que la miraba
con ojos de ángel
y que al tocar su piel
se quemaba de pasión.
Dicen que Satanás conoció
su propio infierno
en la boca de aquella mujer
cuyos besos le convertían
en un simple mortal.
Cuentan que el diablo
ya no es tan diablo
y se le puede ver caminando sólo,
con ojos de melancolía.
Fuente: Facebook
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